Hay un capitán que no piensa rendirse jamas.

   El capitán con la cabeza en alto camina al costado de la cancha 1 antes del partido con Lomas, los chicos lo paran para que les firme la camiseta, las señoras de San Isidro le dan su apoyo y el amablemente contesta que el equipo esta  bien a pesar de tanto viento en contra. Se detiene para darle un gran abrazo a su amigo y ex capitán, Matías Casanova, que le cedió la capitanía a mitad del 2006, comentan sobre la ultima derrota y de como se levanta el animo del equipo y el  parafrasea que la única lucha que se pierde es la que se abandona y ahora mas que nunca hay que juntarse y este equipo no tiene fantásticos. Acá ganamos y perdemos todos y en silencio sigue camino hasta la tribuna de madera donde se junta siempre la primera. Este gigante que da la cara,  fanático del rojo de Avellanda, estudiante del Nacional de San Isidro y de la Universidad de Buenos Aires,que si no hubiese sido jugador de Rugby seria un político de raza,  fue campeón en el 2005 después de 20 años sin gloria y  cuando las finales del top 14 tuvieron sede en el CASI, hizo que el atlético fuese protagonista. Cuando por lesiones tuvo que dejar de jugar, cedió la capitanía a uno de los mas jóvenes del Plantel, Paco Corbacho de solo 22 años, a pesar del murmullo de los expertos. Explicando dijo " Los viejos tenemos la obligación de confiar en los mas jóvenes  nuestro legado, nuestra forma de ver al rugby  ofreciendo la capitanía  para que se vayan acostumbrando ante tanta carga".

   El capitán con la cabeza en alto entra corriendo a la cancha 1 del CASI, seguido por Corbacho y Sanz, el aire es primaveral. Es el CASI, es la catedral del rugby y hay un capitán que no piensa rendirse jamas. 

Gonzalo Prados