Sensaciones de la tierra
Con los pies fríos dentro de sus borcegos, algo duros ya, camina un poco más. Chequea su cámara. Mira por el visor, buscando esa foto que se le escapa. Que llega y es suya y después se va. Se transforma en otra para volver a encontrar sus ojos.
Un día es un hombre en bicicleta. Luego es un caballo refulgente. Más tarde es un niño que pinta su futuro autorretrato. Un futuro q lo espera sentado y con paraguas. Una cuadra tras otra, sus pies la persiguen. Agua, piel, cemento. Los elementos se mezclan en el volcán interminable de su misión. La frente mojada de sudor y lluvia. Hace calor y frío, naranja y azul, blanco y negro. Quiere llegar a donde la noche y el día son uno. Ahí donde termina el río y empieza el cielo. Donde los hombres se encierran para entender. El muro estalla en su retina. Atardece y ella se convierte en un poco de sol que busca refugio en su cámara. Aprieta el disparador para retenerla. Y el juego comienza otra vez…
Marina Montti