En el camino de las piedras indestructibles, Alexis no solo pedalea con las manos pedalea por la inclusión.
Solo y al costado de la ruta de la vida lucha con alegría contra el viento en contra de la indiferencia de alguna de su gente del pasado.
No vuela se ríe, por eso no tiene capacidades diferentes.
Reconoce su voz cuando se sube al escenario y apuñala para siempre la nostalgia, con ese rock que se escucha gritando, hasta en el fin del mundo.
Para el nada es suficiente.
Me pregunto cuantas piernas necesito para estar a su altura.